Ser el coordinador de un equipo no es simplemente dar órdenes. Para que un grupo trabaje con motivación y siempre tenga ganas de mejorar, hace falta una persona que sepa identificar las virtudes y los defectos de sus colaboradores, que comprenda el trabajo de cada uno, que sepa organizar el flujo de trabajo, negociar comunicarse y guiar.
Dicho en otras palabras: liderar.
Si quieres aprender cómo liderar un equipo de trabajo con éxito y convertirte en un activo valioso para tu empresa, desde el Instituto Europeo de Alta Dirección, te recomendamos que estudies el Máster en Habilidades Directivas y Gestión del Talento donde aprenderás varias técnicas y estrategias motivar a tus empleados y mejorar la productividad.
Cómo mejorar el trabajo en equipo
Un equipo que trabaja en armonía y unido para lograr un mismo fin, es el que al terminar el mes alcanza sus metas. Si a esto se le suma una alta motivación para mejorar en su día a día, tenemos un grupo muy valioso para la empresa, ya que responderá de manera rápida y efectiva cuando se le requiera.
La persona encargada de convertir un grupo de personas desconocidas en empleados que se coordinan para hacer un buen trabajo en equipo es el responsable del departamento, quien se convierte en líder y los guía hacia el éxito. Para ello establece las siguientes pautas:
Normas para trabajar en equipo
Antes de comunicar, antes de motivar, sobre todo si se trata de un equipo recién formado, hay que dejar claro cuáles son los objetivos y las normas para trabajar en equipo. Normalmente, los responsables de equipo hacen mucho hincapié en los objetivos y se olvidan de las normas.
Aunque es fundamental que todo el grupo tenga claro hacia dónde se dirigen, también lo es el cómo hacerlo. Por eso, las normas para trabajar en equipo son tan importantes como las metas, ya que detallan los procedimientos a seguir y establecen la forma cómo se comunica el equipo y los parámetros a seguir a la hora de entregar un trabajo bien hecho.
Comunicación efectiva y trabajo en equipo
Si hay algo que distingue a los líderes de los jefes son las buenas dotes de comunicación. Eso en el IEAD lo sabemos bien, por ello en todos nuestros cursos incluimos un módulo de habilidades de negociación y gestión de equipo.
Un apartado en el que se profundiza en el Máster en Habilidades Directivas y Gestión del Talento.
De hecho, la buena comunicación no solo se basa en empatizar con los demás y poder entablar conversaciones amistosas, sino en saber transmitir exactamente lo que se quiere y cómo se puede conseguir.
Por último, nunca debes olvidar mantener el canal de comunicación abierto tanto para recibir dudas como sugerencias de mejora. Si eres un líder democrático al cual se puede hablar, tus colaboradores se sentirán valorados y tranquilos, y eso se reflejará en un aumento de la productividad.
Motivación de equipos de trabajo
Otra característica que distingue a un líder, y que se traduce en un buen trabajo en equipo, es la motivación que ofreces como responsable del departamento. Y no nos referimos a unas palmaditas en la espalda sino a verdaderas técnicas de motivación laboral.
Para animar a tus trabajadores, debes conocer realmente cómo son, qué les interesa profesionalmente, cuál es su método de aprendizaje preferido, cuál es la tarea que más les cuesta y cuál es la más sencilla.
Solo así sabrás en qué momento requieren un poco más de supervisión y cómo los puedes ayudar a mejorar.
Si estás interesado por la formación de tus empleados y tienes en cuenta sus gustos, estos se sentirán escuchados y valorados, por lo que no solo su motivación aumentará, sino que su lealtad crecerá.
De esta forma consigues dos objetivos en uno: incrementas la productividad y retienes el talento.
Revisión y corrección
El trabajo de un líder no siempre es placentero. A veces hay que realizar algunas labores no muy agradables pero que repercutirán positivamente en el trabajo final.
Nos referimos a la revisión y corrección. Estas son muy importantes para mantener el buen trabajo en equipo, ya que funcionan como un momento de aprendizaje tanto para el colaborador como para el responsable: el primero se dos se da cuenta de cuál es su fallo y lo puede corregir para la próxima entrega, mientras que el segundo puede evaluar sus habilidades comunicativas y de organización.
Liderazgo y motivación de equipos de trabajo
El liderazgo y la motivación de equipos de trabajos no son habilidades innatas, sino que requieren de estudio y práctica. Las puedes obtener, si tienes suerte, con muchos años de trabajo, enfrentándote a situaciones difíciles.
Lo cual no siempre es aconsejable para consolidarte en un puesto.
También puedes adquirirlas a través de Máster en Habilidades Directivas y Gestión del Talento, en el que todos los días te pondremos a prueba con situaciones que se han enfrentado otros profesionales, para que desarrolles tu pensamiento divergente y todas las estrategias que veas en clase.